La naturaleza del negocio ha cambiado radicalmente con la globalización y el rápido avance de la tecnología. En este escenario, la capacidad de adaptarse y ser flexible es esencial para mantener la competitividad. Una de las tácticas que muchas empresas están adoptando para mantenerse al día con este ritmo vertiginoso es la externalización parcial de sus equipos de desarrollo.

¿Por qué Externalizar de Forma Parcial?

  1. Reducción de Costes: Este es uno de los beneficios más evidentes y atractivos. Al externalizar parte del equipo de desarrollo, las empresas pueden aprovechar las estructuras de costos de diferentes regiones, especialmente si optan por destinos con costos laborales más bajos. Además, ahorran en gastos asociados con la contratación y formación, lo que se traduce en una reducción significativa del capital operativo.
  2. Flexibilidad en la Gestión de Recursos: Las demandas del mercado son fluctuantes. Hay momentos de picos de trabajo seguidos por periodos más tranquilos. Externalizar de manera parcial permite a las empresas escalar su equipo de desarrollo según las necesidades, sin tener que enfrentar el desafío y los costos de contratar o despedir personal interno.
  3. Acceso a Expertise Específico: A veces, un proyecto requiere habilidades o conocimientos muy específicos que el equipo interno podría no poseer. En lugar de invertir en formación prolongada o buscar ese talento raro, las empresas pueden simplemente externalizar ese componente específico.
  4. Enfoque en Core Business: Al dejar aspectos técnicos y específicos del desarrollo en manos de expertos externos, las empresas pueden centrarse en sus competencias esenciales, como la estrategia de negocio, el marketing o la innovación de productos.

La Figura del ‘Implant’: Una Solución a Medida

Un «implant» es un profesional técnico que, aunque contratado por una empresa externa, trabaja dentro de la empresa cliente, ya sea a tiempo completo o parcial. Esto ofrece lo mejor de ambos mundos. Por un lado, las empresas se benefician de la experticia técnica sin tener que pasar por el proceso tedioso de contratación. Por otro lado, al estar inmersos en la cultura y dinámica de la empresa, estos ‘implants’ pueden adaptarse y colaborar eficientemente con los equipos internos.

La principal ventaja es que las empresas se desentienden de la logística asociada con la contratación y formación. No tienen que invertir tiempo en procesos de selección, entrevistas, formación inicial, etc. Todo eso está a cargo de la empresa proveedora del ‘implant’.

En un mundo empresarial en constante evolución, la externalización parcial del desarrollo emerge como una solución pragmática que combina ahorro, flexibilidad y eficiencia. Ya sea para acceder a habilidades especializadas, adaptarse a las fluctuaciones del mercado o simplemente concentrarse en lo que mejor hacen, las empresas de todos los sectores pueden beneficiarse enormemente de esta estrategia, garantizando así un futuro competitivo en el mercado global.